jueves, 14 de febrero de 2013

¿Qué son los sensores para estacionarse?

Los sensores para estacionarse son dispositivos de asistencia al estacionamiento basados en unos sensores que se instalan en los parachoques del vehículo, especialmente en los traseros, para informar de los obstáculos que puedan existir en los ángulos muertos de visión, así como de la distancia disponible para maniobrar.

Dichos sensores se activan cuando se utiliza la marcha atrás y si detectan, a una distancia inferior a dos metros cualquier obstáculo como, por ejemplo, otro vehículo, una pared o muro, avisan al conductor mediante una señal acústica (convertida en un pitido) aumentando su intensidad, a medida que se aproxima al obstáculo y así evitar un posible golpe.

¿Qué tipos de sensores para estacionarse existen?

 

1.- Los sensores de ultrasonidos que van incorporados en los paragolpes y son fácilmente reconocibles ya que se trata de pequeños cilindros del tamaño de una moneda de un euro incrustados en las defensas. Normalmente son cuatro y funcionan emitiendo ondas de ultrasonidos que rebotan en los obstáculos. Este tipo de sensores tiene un radio de acción que oscila entre 130º y 160º de barrido horizontal y entre 50º y 60º en barrido vertical.

2.- Los sensores de detección electromagnética, colocados también en los paragolpes, pero que consisten en una tira metálica adherida al interior de éste. Su principio de funcionamiento se basa en detección de alteraciones del campo electromagnético producida por los objetos sólidos. Su detección es continua, cubriendo toda la parte trasera del vehículo y tienen la ventaja de que son más resistentes ante un posible golpe.

Los denominados sensores de obstáculos, instalados de serie en muchos vehículos sirven para estacionarse con seguridad y precisión tras advertir de la presencia de obstáculos fuera del campo de visión del conductor.

Hay que decir, también, que este tipo de sensores son muy sensibles a la suciedad, motivo por el cual conviene limpiarlos y revisarlos de vez en cuando, pues una fuerte lluvia o incluso barro acumulado puede influir en la eficacia de los mismos. Por último, éste dispositivo de ayuda al estacionamiento es un sistema auxiliar y que, en ningún caso, sustituye la visión del conductor.



-->
¿Qué es el LDW, o detector de cambio de carril?


Conocido por sus siglas LDW (de Lane Departure Warning), el detector de cambio de carril (o avisador de cambio de carril) es un sistema de seguridad activa que detecta la variación de trayectoria del vehículo sobre el carril e interpreta cuándo esta es involuntaria para avisar al conductor y evitar así colisiones con otros vehículos o salidas de vía.

Se trata de una opción que cada día incorporan más vehículos y que en sus versiones más avanzadas incluso corrige la trayectoria cuando el conductor no responde a las alertas que le envía el sistema. La idea es que el vehículo se mantenga en su carril y que no lo abandone si no es que el conductor realmente quiere realizar una maniobra de desplazamiento lateral con invasión del carril contiguo.

Detección de la desviación de trayectoria en el LDW

 

Para detectar la desviación de la trayectoria, el LDW emplea sensores que siguen el trazado de las marcas viales. Estos sensores pueden ser de tipo cámara, montados en el parabrisas, láser en el frontal o, de forma más minoritaria, infrarrojos montados en el parabrisas o en los bajos del vehículo. El sensor va realizando una lectura de las marcas viales longitudinales, ya sean líneas continuas o discontinuas, e informando a la centralita del LDW.

Dependiendo de la velocidad, del grado de giro del volante, de la activación o no de los intermitentes, en función de los parámetros que tenga programados el sistema determina que el conductor ha perdido la trayectoria del carril y le avisa, normalmente con una señal acústica y otra visual que se aprecia en el panel de instrumentos.

De forma adicional, hay modelos en los que el sistema hace vibrar el volante o incluso el asiento para alertar al conductor del riesgo de pérdida de control del vehículo. En estos casos, vale la pena conocer el sistema para estar prevenido contra sustos.

Corrección de la trayectoria en el LKS

 

Introducimos otras siglas: LKS (de Lane Keeping System), que es la evolución lógica del LDW. Si el LDW se dedica a detectar el problema y avisar de él, el LKS tiene por misión mantener el coche en el carril, y eso lo hace normalmente actuando sobre la columna de la dirección para girar las ruedas de manera que el vehículo permanezca en el carril. Para evitar malos usos, algunos sistemas LKS avisan al conductor cuando no detectan sus manos colocadas en el volante.

A la práctica, la mayoría de estos sistemas pecan de un problema común, y es que no siempre son capaces de detectar el problema, bien porque las marcas no sean visibles de forma suficiente, bien porque el sensor no termine de reconocerlas.
Desde luego, en ningún caso podemos confiar en el avisador de abandono involuntario de carril o en el corrector de la trayectoria de forma absoluta.

Por encima de estos sistemas, el ojo humano y el sentido común son los mejores elementos de seguridad activa. Pero si encontramos el LDW o el LKS instalados en un coche, no está de más saber cómo funcionan y cuáles son las limitaciones que tienen.