martes, 28 de agosto de 2012

¿Cómo debemos cuidar la caja de cambios?


El siguiente artículos te da los mejores consejos para el cuidado de la Caja de Cambios de tu auto…

Transmisión Manual: 

Una caja mecánica está constituida por uno, dos o tres ejes móviles, según sea el caso, igual número de horquillas y un grupo de piñones dentados; la cantidad de combinaciones (piñones) está determinada por los cambios disponibles. Un elemento muy importante en este tipo de caja es el llamado eje piloto, que sostiene a los engranajes comunicantes y sirve, además, de medio enlace entre relaciones y embrague.




Transmisión Automática: 

Aquellas que no requieren de intervención manual, están compuestas por un cerebro hidráulico que cumple con la función de ir detectando las diferencias de impulso; también cuentan con un grupo de discos acerados que se encargan de administrar la fuerza propulsora; y finalmente, en el interior de la carcasa, existe un mecanismo de reducciones (piñones) muy similar a los que se pueden observar en una caja manual.




Es importante reconocer que, manual o automática, la caja de cambios es un mecanismo altamente complejo y delicado; es por ello que se deben considerar una serie de puntos importantes en su mantenimiento, con el fin de prolongar su vida útil y evitar un elevado costo de reparación.


Cuidados Caja Manual: 

En el caso de una mecánica, es muy importante no descuidar el nivel de lubricantes que está señalado en la varilla; el aceite es vital para mantener refrigerados y protegidos los engranajes interiores de la caja. Cuando el vehículo está en movimiento, las combinaciones de piñones giran a elevadas revoluciones y necesitan mantener una temperatura baja para que no se produzca el fenómeno de la dilatación. 
El segundo aspecto importante para preservar el buen funcionamiento de la caja mecánica es que el embrague se encuentre trabajando de manera correcta. Cuando el disco está gastado o el cable de acero se ha dilatado a causa del uso, este mecanismo no cumple bien con la tarea de conectar y desconectar el giro del motor a la caja; esta situación provoca fuertes roces entre los dientes de los engranajes cuando se inserta un cambio, ocasionando daños acumulativos.



Un mal hábito es apoyar la mano derecha sobre la palanca de cambios; esta costumbre en los vehículos que cuentan con articulaciones cortas, pueden ser muy nocivas; la presión ejercida produce ciertos roces internos que, aunque mínimos, a la larga pueden ocasionar daños considerables en el sistema como, por ejemplo, rotura de dientes y desgaste prematuro de rodamientos.



Cuidados Caja Automática: 

Cuando se trata de una transmisión automática, las precauciones deben redoblarse; recordemos que estos mecanismo, debido a su complejo funcionamiento y la mayor cantidad de piezas, son más susceptibles de verse afectados por fallas. 
En primer término, además de cuidar el nivel de lubricantes, debemos prestar mucha atención a la cantidad de líquido hidráulico que está contenido dentro del modulador de vacío; en caso de pérdida, lo mejor es revisar el sello o empaquetadura del carter o depósito. El líquido hidráulico se reconoce fácilmente por su color rojo.



Es muy importante cuando el vehículo está en movimiento, no insertar la posición parking (p); por más leve que resulte el impulso, es preferible esperar a que el coche se haya detenido totalmente; de lo contrario se pueden dañar los discos acerados que interactúan con los piñones de cambio.


Considerando que la caja automática trabaja en constante comunicación con el servo tambor de frenos, es recomendable no practicar técnicas poco habituales de manejo como podrían ser, por ejemplo, pisar el acelerador y freno al mismo tiempo o trabar las ruedas con el freno de mano para deslizar el tren posterior; esas prácticas quedan absolutamente prohibidas debido al impacto negativo que tiene sobre los moduladores de vacío del cerebro hidráulico de la caja.


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